LA QUEBRADA DEL DIABLO (Spina dorsale del diavolo, La) (Deserter, the). 1970. Valoración: 6,70

A un capitán que ha desertado del ejército tras herir a un superior, se le ofrece la amnistía a cambio de conducir un pequeño cargamento a través de territorio apache.
Junto a cinco hombres muy duros se enfrentarán a los salvajes guerreros de Durango, un valiente y cruel jefe indio.

Film algo polémico en su día y bastante discutido en cuanto a su calidad cinematográfica.

Supone, en primer lugar, una auténtica rareza, no en vano se trata de una coproducción a tres bandas: USA, Italia y la antigua Yogoslavia.
Esto de por sí, ya podría indicarnos hacia dónde irán los tiros (nunca mejor dicho). Es decir, si irán por el camino clásico del far west USA, por el del paroxismo violento italiano propio del más puro spaguetti o quizás por otro, mezcla de los dos anteriores y con espíritu yogoslavo (cualquiera que este sea...). Pues bien, el resultado es, en efecto, una mezcla de todo ello, y en mi opinión, bastante atractiva.

Los más puristas le dieron para el pelo, diciendo (quizás con razón, no digo que no) que se trata de una peli mediocre, donde no hay rigor ninguno y sí una exhibición de la violencia más descarnada en algunas escenas concretas.
Todo ello puede ser cierto, pero no lo es menos que es una cinta muy entretenida, con estupendos momentos y con una mezcla de violencia y humor (especial) entre los distintos personajes que pueblan el argumento.

Además de todo ello, están los magníficos paisajes de El Torcal de Antequera, Málaga, Andalucía, España, preciosamente fotografiados por Aldo Tonti, toda una garantía de luz y brillantez formal.
Y en cuanto a los intérpretes, son bastante estimables, aunque el protagonista sea el otras veces insulto Bekim Fehmiu, que aquí da perfectamente el papel.
La realización, según consta en los títulos de crédito, es obra de dos directores, el estadounidense ducho en estas lides Burt Kennedy y el yogoslavo Niksa Fulgosi, en lo que a mí respecta un ilustre desconocido.
Supongo, quizás maliciosa y erróneamente, que la parte de mera acción está a cargo de Kennedy y otras (sin especificar) a cargo de Fulgosi.
En cuanto al guión, tiene de todo, qué duda cabe, pero es normal pues nada menos que cinco guionistas están tras todo el tinglado.
La verdad, yo me lo pasé bien las dos veces que la ví, ambas hace un millón de años o así (una de ellas en el cine, razón por la que quizás le doy más valor por aquéllo de la gran pantalla y la maravillosa fotografía y paisajes...).