lunes, 31 de agosto de 2009

BUCK Y EL FARSANTE (Buck and the peacher). 1972. Valoración: 6,50


Buck, un sargento de cagallería del ejército de la Unión, después de la Guerra de Secesión recorre la frontera de Colorado buscando esclavos apra liberarlos acompañado por una mujer y un maestro de la estafa, El Predicador.
Despues de ser atacados por un grupo de cazadores de recompensas que quieren devolver a los antiguos esclavos a recoger algodón en Luisiana, Buck y sus compañeros deben reunir todo el valor que puedan para alcanzar su destino y contribuir a civilizar el Salvaje Oeste.




Distraído western, mitad en serio, mitad pura comedia, que supuso la primera incursión del gran Sidney Poitier tras las cámaras. Tras una gran carrera como estupendo actor de carácter, primero que ganó el Óscar al mejor actor negro protagonista. Con este film comenzó una ya menor carrera como realizador, casi siempre en comedias.
En esta ocasión no falta la crítica social, poniendo el énfasis en su antirracismo.



El espíritu de la igualdad entre los seres humanos es el valor esencia de la cinta, que juega continuamente con las constantes del género del far west pero aderezándolo con los gags.
Esto hace que se deguste la peli fácilmente, con estilo visual y empaque técnico. No obstante, nada se queda en la retina ni en la memoria por demasiado tiempo, al ser más bien poco profunda, liviana en su aspecto ético-moral. Se trata, sobre todo, de entretener al espectador, no de anonadarlo con mensajes que desvirtúen la esencia de este trabajo.
Buenos intérpretes, con la gran Ruby Dee y/o Cameron Mitchell.
Gusta y resulta agradable, pero cuesta recordarla pasado no mucho tiempo.



viernes, 28 de agosto de 2009

LOS TRES PADRINOS (Three Godfathers) 1949. Valoración: 7


Tres bandidos que cruzan el desierto encuentran a una mujer embarazada que está sola.
Da a luz un bebé en el medio del páramos, pero ella muere a causa del parto y los salteadores no tienen más remedio que hacerse cargo del pequeño.




DivertidO y hasta emocionante western, narrado en clave de humor, con algo, incluso, de sensiblería que, por cierto, le sienta muy bien.
Está magistralmente dirigido por el gran John Ford, toda una garantía de buen hacer tras las cámaras.
Es una cinta muy entretenida, donde se describen las cuitas de tres entrañables salteadores con sensibilidad y buen gusto.
Y es que ver a tres hombrachones cuidando de un bebé resulta enternecedor, sobre todo si uno de ellos es el enorme (en todos los sentidos) John Wayne.
Western rodado con maestría, logrando que, a pesar de que la cinta no tiene nada realmente genial, se recuerde con cariño y respeto.
Una pelicula que sin duda no está entre las más grandes de Ford, pero que contituye una preciosa rareza que encoge los corazones dada la humanidad que desprende.



Además, su aspecto técnico es de primera, con una brillante fotografía con soberbia cromaticidad, de Wilton C. Hoch, el mismo que ganó el Óscar por "La legión invencible". Gracias a esta impecable fotografía podemos admirar paisajes como Hill, Lon Pine, en california, el desierto de Mojave o el Death Valley National Park, también en California.

La entonada música de Richard Hageman es otro de sus logros, todo ello beneficiado por un aparentemente sencillo pero estudiado guión a cargo de Laurence Stallings y Frank S. Nugent, que adaptan una historia original de Peter B. Kyne.
Una del oeste que, vista la primera vez, se queda en el recuerdo.

martes, 25 de agosto de 2009

CHATO EL APACHE (Chato's land). 1972. Valoración: 5


Una "posse" de ciudadanos es formada rápidamente con objeto de partir en busca de un apache acusado de asesinar a un "sheriff".
En efecto, Chato, que así se llama el indio, le ha matado, pero en defensa propia.
Los ciudadanos le persiguen, pero dan con la esposa del indio, a la que violan.
Desde ese momento será Chato quien persiga, para matarlos, a los "honrados" ciudadanos blancos.


Un western mediocre a más no poder, que tiene un ejemplar elenco interpretativo completamente desaprovechado por mor de un ridículo e incongruente guión.
Actores de primera (Palance, Whitmore, Jordan, Basehart...), estupenda fotografía, agrestes paisajes, bastantes escenas de acción, con gran profusión de exacerbada violencia...Todos estos elementos existen en el film, pero no de forma atractiva, sino plúmbea, sin pies ni cabeza, sin sentido lógico alguno.




Un ejemplo de esto último es la escena en la que, tras haber violado salvajemente a la esposa del protagonista,uno de los violadores, creo recordar que el interpretado por Richard Jordan, les dice a sus compañeros que desde ese momento en adelante no quiere que le sucede a la mujer nada malo, pues se ha enamorado de ella. ¡Toma castaña!. Creíble al cien por cien, vive Dios.
Una cinta que desaprovecha el material del que dispone, para enjaretarnos una vulgar peli que merece el suspenso claramente.
Mal dirige Michael Winner, que dos años más tarde descubrió el filón para uno de sus actores fetiches, Charles Bronson, con la deleznable pero exitosa "El justiciero de la ciudad".


sábado, 22 de agosto de 2009

LA LEGIÓN INVENCIBLE (She Wore a Yellow Ribbon). 1949

Las tribus indias planean unirse para una guerra total contra los blancos.
El veterano capitán de la caballería Brittles recibe la orden de evitar las concentraciones de indios, al tiempo que debe escoltar a la esposa y sobrina de su comandante en jefe.
Además, ha de impedir que un traficante venda una partida de armas a los indios.
Esta triple misión será la última del capitán antes de su jubilación.






Gran western producido por la entrañable RKO, magníficamente ralizado por el maestro John Ford, dedicada a la caballería de los Estados Unidos.
Sus hombres constituyen una verdadera unidad, donde la camaradería, el honor, la valentía y amor por lo que representan, son los valores cotidianos que guían sus vidas.
Se trata de la segunda película de una trilogía dedicada a las fuerzas de los Estados Unidos, en su etapa del siglo XIX.
Lo principal aquí es la composición del color (imperecedero trabajo de Wiston C. Hoch, ganador del Óscar en este apartado) con tonos oscuros que denotan perfectamente la melancolía de la historia.
Por otra parte, John Wayne consigue aquí una de sus mejores intepretaciones, con una genial y creíble caracterización de hombre a punto de jubilarse.





Soberbio film, aunque curiosamente no es de las más populares de su autor. Pero toda ella constituye un entretenimiento puro, de principio a fin, lleno de acción, humor (las sempiternas peleas a puñetazos estando de por medio el mítico Víctor McLaglen...), e incluso amor...pero sobre todo honor y la satisfacción del deber cumplido, aunque existan bajas de amigos y/o amigos.
Bellísimos y agrestes paisajes de Kanab, Utahm, Mexican Har, en el mismo estado y por supuesto el Monument Valley, tan querido por el autor de tantas obras maestras, y presencia de prácticamente todos los habituales de Ford en aquella dorada época.





miércoles, 19 de agosto de 2009

EL DESAFÍO DE LOS SIETE MAGNIFICOS (Magnificient seven ride, the). 1972. Valoración: 7

Chris, otrora pistolero, es el sheriff de una pacífica ciudad. Está casado con una hermosa joven.
Un día, tres niñatos roban una tienda y asesinan a la esposa. Chris sale tras ellos en compañía de un escritor de novelas basadas en las vidas de personajes ilustres del Far West.
La persecución les lleva a un pueblucho, donde las mujeres han sido violadas y ultrajadas por un famoso y cruel bandido. Chris, en compañía de seis hombres más, se quedarán en el pueblo esperando al bandido y sus temibles hombres para hacerles frente.


Aceptable, aunque no muy buena película del oeste, que sigue el espíritu de sus predecesoras (las de la serie 7 magníficos) (aunque no consigue sino resultar un pálido reflejo, aunque todavía ameno y más o menos entretenido).
No tiene nada especialmente negativo esta cinta, siendo honesta en su planteamiento y en la ambición que tiene para con el espectador, esto es, hacerle pasar el rato. Lo consigue.
Lo malo de la película es que el director, George McGowan no es muy imaginativo y el guión escasea, me refiero a que es previsible y las escenas de acción no resultan particularmente llamativas ni originales en su puesta en escena.




Por lo demás, el elenco interpretativo tampoco es gran cosa, aunque se compone de buenos actores de reparto como Ed Lauter y James Sikking, amén de Luke Askew, que siempre está bien.
La música sigue siendo del gran Elmer Bernstein y las localizaciones son de Joshua Tree, en California, y el parque natural de Vasquez Rocks, en Agua Dulce, California (USA). Lugares bien elegidos, que emulan al México y Nuevo México lindo y querido.
Un western únicamente ideado para seguir la estela de éxitos de la popular franquicia, que lógicamente, poco a poco fue perdiendo fuerza y aceptación.




domingo, 16 de agosto de 2009

JUNTOS HASTA LA MUERTE (Colorado territory). 1949. Media: 7,35


En al año 1870, Wes Mc.Queen, uno de los últimos forajidos de los estados fronterizos, está encerrado en una cárcel de Missouri esperando su traslado a la prisión federal.
El jefe de su antigua banda le ayuda a huir.
En su viaje hacia la libertad va a parar a un pueblo indio-mexicano abandonado, una antIgua misión española. Allí estarán esperándole dos ladrones de trenes y la chica de uno de ellos, Colorado, una mujer baqueteada por la vida, igual que McQueen.


Excelente western, recio y en ocasiones violento, dotado de un maravilloso y triste clímax fatídico, donde el destino inexorable se convierte en uno de los principales personajes del filme.
Magníficamente dirigida por Raoul Walsh, se trata de una rareza en cuanto a argumento, y por varios motivos.
Hay que decir antes de nada que la narración es clara, comprendiéndose todo fácilmente. Sin embargo existen diversos elementos que le apartan del típico y tópico western donde todo es más o menos previsible. Aquí no, aquí los derroteros de los personajes son inconstantes, dúctiles, cambiantes.
Cinta estimulante dado que al espectador no se le da todo mascado, se trata de una película muy entretenida, con un ritmo sencillamente perfecto y con unas interpretaciones brillantes, desde la pareja protagonista hasta los más modestos actores/actrices de reparto.



El guión es soberbio, dado que explota lo más característico del stándard western, con un halo poético que se mete en nuestros corazones para no olvidarlo jamás. Tal es su fuerza dramática y su conmovedora historia de amor entre dos seres carentes de amor durante toda sus vidas, y que una vez se encuentran se dan cuenta de que están hechos el uno para con la otra.
Otro elementos importante es el paisaje, de gran dureza, donde el tremendo calor y el polvo hacía la filmación casi insoportable. El lugar elegido, en segunda opción por el productor de la cinta, el inefable Jack Warner, fue Gallup, Nuevo Méjico.
Todo ello hace de "Juntos hasta la muerte" un auténtico clásico, que junto a "Duelo al sol", llevan al amor hasta el último extremo.
Una película preciosa, aunque algo dolorosa al mismo tiempo.



miércoles, 12 de agosto de 2009

DISPARA, BILLY, DISPARA. 1972. Valoración: 6,45


En aras a empezar una nueva vida en compañía de su segundo marido Henry y de Billy Bonney, fruto de su primer matrimonio, Catherine McCarthy se traslada a vivir desde su Nueva York natal hasta un pueblo llamado Cofferville.
En seguida Billy Bonney se siente desplazado del ambiente urbano donde se sentía cómodo. Ahora debe enfrentarse a una realidad típicamente de pueblo, desenvolviéndose en el campo y sin mayor diversión que un saloom al que acuden mayoritariamente personas de la edad de su madre o de su padrastro.
Tan sólo Billy parece entenderse con Goldie Evans y la prostituta Berle, la que todo el pueblo tiene como la amante de Goldie Evans, un violento individuo al que algunos responsabilizan de haber matado a una serie de lugareños.
A la muerte de su padrastro, Billy se aferra cada vez más a las amistades que, como Berle, ha ido cultivando en los últimos tiempos, despreocupándose de las relaciones sentimentales que mantiene su progenitora con Ben Antrim, el auténtico mandamás de esta zona agrícola del interior de los Estados Unidos.


Western bastante típico del espíritu de los felices años setenta, donde muchos personajes históricos y hechos verdaderos, volvieron a narrarse de forma bastante más realista y veraz de lo que nos habían contado anteriormente.
Crepuscular y adscrito de hoz y coz en el llamado "realismo sucio", que tantos buenos títulos nos depararon, empero, en esta ocasión Stan Dragoti, un vulgar realizador, no consigue convencer aunque sí despertar un tanto nuestra curiosidad.
La vida de Billy Bonney, que con los años llegaría a pasar a la historia como Billy el Niño, se nos muestra desde la niñez hasta pasar a ser una auténtica leyenda.
Sus penurias, su falta de amor familiar, el desarraigo, la soledad y las malas (o buenas, según se mire) compañías, desarrollan el futuro carácter del joven, que es de nacimiento bueno pero la vida le lleva por veredas peligrosas.



Dragoti, que repito nunca ha llegado a ser nada en el mundo del cine, aunque sí tuvo éxito popular, por lo menos en la España de hace décadas con su mediocre pero decididamente simpático "Amor al primer mordisco", consigue entretener pero más por el argumento, interesante de por sí, que por sus logros y cualidades cinematográficas, escasas a no ser por la fotografía y el buen hacer de ese estupendo actor que se fagocitó a sí mismo antes de tiempo: Michael J. Pollard, siempre convincente.
Una película violenta cuando debe y algo más ambiciosa de lo que debiera, que no gusta del todo, dejando un sabor agridulce ya que, aunque no aburre, sí que decepciona finalmente por aquello tan viejo de que "podría haber sido mucho mejor".
Una oportunidad perdida, que no obstante tiene sus buenos momentos.
Como curiosidad, podemos ver, en pequeños papeles a jóvenes que más tarde llegarían a más altas cotas, como Gary Bussey (otro caso de malogrado actor) y/o Nick Nolte (este sí que aprovechó las oportunidades que le dieron).

domingo, 9 de agosto de 2009

TERROR EN TEXAS (Texas Terror). 1935. Valoración: 5,35




El sheriff de un pequeño y tranquilo pueblo es acusado del asesinato de un pequeño terratiente que acaba de amasar una fortuna. Un grupo de forajidos les tienden a los dos una trampa y asesinan al viejo, con lo que el sheriff debe huír a las montañas en espera de poder encontrar a los verdaderos culpables.
Un año después llega la hija del viejo y está a punto de morir asesinada, pero el antiguo sheriff le ayuda, aunque la muchacha no sabe de quién se trata.
Tiempo después regresa el proscrito al pueblo y acepta el cargo de capataz de la muchacha, sintiéndose ambos atraidos, pero uno del pueblo, con muy buena pinta, pero malas intenciones, le dice a la chica que su capataz es en realidad el asesino de su padre.


Pues una más de las pelis que hizo el gran John Wayne en sus primeros tiempos, antes de ser popularidad tras "La diligencia", y con la Lone Star como productora madre.
Al ser de esta productora se trata de un pequeño western, muy menor y modesto, que no es ni mejor ni peor que el resto de la Lone, sino igualita. Esto es, cincuenta minutos de duración, muchas persecuciones a caballo e incluso en esta ocasión en coche, y pocos pero certeros disparos y puñetazos.



Una peli del oeste pero con coches y teléfono, que por ello se hace algo curiosa, pero no buena.
Así logró una oportunidad Wayne y por ello hay que agradecer este tipo de filmes, porque si fuera por su calidad cinematográfica...
¡Ah! Dirige Robert N. Bradbury, uno de los directores de este serial, y aparecen los indios ¡como buenos!. Ayudan al chico y atrapan a los malosos. Y todo ello en una peli de 1935. Toda una precursora.





miércoles, 5 de agosto de 2009

EL HOMBRE QUE AMÓ A CAT DANCING (The Man Who Loved Cat Dancing). 1973. Valóración: 6,45




Jay Grobart no duda ni por un instante a la hora de vengar la muerte de su esposa, una mujer india llamada Cat Dancing. Violada y asesinada salvajemente, Jay no perdona al hombre responsable del crimen, al que da muerte, aunque le cueste la cárcel.
Tras pasar un tiempo en prisión, Grobart se convierte en un forajido que forma con Dawes y Billy una banda de ladrones.
Durante el asalto a un tren se cruza en su camino Catherine, una mujer que viene huyendo de un violento marido al que no ama. Dawes y Billy la secuestran con la intención de violarla, pero Grobart la toma bajo su protección y ambos acaban enamorándose.
La banda se dirige hacia el poblado indio donde Grobart vivió con su mujer e hijo, pero le pisa los talones Lapchance, un cazarecompensas contratado por el marido de Catherine para hacer que vuelva con él.






Estimulante pero no convincente western, algo extraño para el más profundo fan del precioso género rey, pero curioso para el más profano.
Y es que contiene numerosos elementos que mejor casarían dentro de otros géneros, como el genuinamente negro o el simple melodrama romántico.
Sin embargo, no es menos cierto que todo se desarrolla en estrictos parámetros del far west, comenzando por los emblemáticos parajes donde los rudos y a la vez sensibles personajes se desenvuelven, hasta el clímax de violencia, tanto contenida, como explosiva llegada el caso, y siempre con el espíritu de las gentes que vivieron en aquella excitante pero salvajé época, donde todos/as trataban de encontrar el lugar donde asentarse definitivamente, a la vez que el progreso aplastaba cualquier romanticismo y cualquier ilusión de vivir en paz con solamente las estrellas y el cielo sobre cada uno/a.



Una innegable historia de amor, que tiene la espada de Damocles sobre las cabezas de los protagonistas, inmersos y diluidos en un destino fatal...o quizás no tanto.
Buenos personajes, sobre todo los de los villanos (excelente una vez más Jack Warden), etérea belleza de Sarah Miles, aparentemente fuera de lugar, y una dirección quizás un poco más efectista de lo necesario de Richard Sarafian, hace de este film un producto sobrio pero algo distante para el espectador medio, que no logra involucrarse del todo en las cuitas de los protagonistas. Esto, indudablemente, es un fallo, algo negativo, que no obstante, sobre todo en su aspecto técnico es de recibo (música de John Williams, fotografía de Harry Stradling Jr....).

sábado, 1 de agosto de 2009

LA DAMA DE LA FRONTERA (Frontier Gal). 1945. Media: 6,55

Un forastero llega a un pueblo tras ser perseguido por un grupo de hombres mientras le tirotean sin cesar.
En el pueblo, nada más llegar tiene una pelea a puñetazos con varios lugareños. La pelea finaliza cuando la dueña del local, una hermosa mujer, le deja K.O. con un golpe en la cabeza.
Él les cuenta que ha ido al pueblo para encontrar al hombre que asesinó a su mejor amigo. No sabe quién es pero sabe que se encuentra allí.
Por una serie de circunstancias el forasterio y la mujer se casan, pero la cabeza de él tiene un precio y es arrestado.
Pasan seis largos años y regresa al pueblo como si nada...



Western con todas las de la ley, pero dentro de un tono melodramático claro, que incluso bordea el culebrón.
Charles Lamont vuelve a lograr sorprender, y no del todo favorablemente, con un argumento que toca varios géneros sin decidirse del todo por uno de ellos, pero logrando un producto más o menós sólido y en todo caso entretenido.
Se pasa bien el rato, aunque es necesario tener algo de paciencia, no en vano el comienzo no puede ser más extraño siendo una peli del oeste. Pero poco a poco, y sobre todo con la aparición de una niña, el film gana en consistencia, comenzando a vislumbrarse un agradecido humor y una ternura incontestable.



Por su parte, la acción comienza a establecerse en la historia, llegando a un final espectacular, aunque algo previsible.
No, no se trata más que de un western de serie B, una cinta en verdad modesta a pesar de la estimable dirección artística, vestuario y peluquería, pero ver luchar (en toda regla) al hombretón Rod Cameron, aquí muy joven y guapetón, con, primero una arisca y bellísima Yvonne de Carlo, y después con la niña, que es el vivo retrato de De Carlo, hace verdadera gracia.
No pasará a la historia del cine e incluso me atrevo a asegurar que es fácilmente olvidable, pero resulta un seguro pasatiempo y muestra elementos no del todo propios de las pelis del oeste.