domingo, 31 de enero de 2010

ASALTO AL ÚLTIMO TREN (One more train to rob). 1971. Valoración: 6,30

Un pistolero busca vengarse de un compañero de robos que lo envió a prisión, y quien le afanó la esposa.
Idea un plan, pero necesita la ayuda de la comunidad de chinos, quiene no se fían de él, por ser blanco.



Vista dos veces, en cada una de ellas pensé diferente...pero más o menos lo mismo. ¿Que qué quiero decir con esta aparente contradicción?
Pues quiero decir que cuando la ví por primera vez, hace muchos años, en el cine, no me pareció nada del otro jueves, pensando que era una de tantas...aunque sí me gustó, dado lo joven que era yo, el erotismo en alguna escena de cama. Por lo demás, poca cosa, pensé yo. Pero pasé el rato.



En mi segunda visión, bastantes años después, por televisión, corroboré mi primera impresión de que era en realidad un western mediocre, muy acorde con la filmografía del realizador, Andrew V. McLaglen, no lo olvidemos, hijo del gran Víctor. Un hombre, Andrew, experimentado en el cine de acción y el western en particular, que solía dar trabajo a antiguos amigos y compañeros de su padre.
En esta ocasión logra un film, como no podía ser menos estando él tras las cámaras, impersonal, desdibujado desde el punto de vista guionístico, con estimables intérpretes y un buen empaque técnico (exqusita ambientación gracias a la estupenda fotografía de Alric Edens, y a la excelente labor de maquillaje y peluquería, amén de dirección artística).
La lástima es que la dirección está desprovista de cualquier atisbo de orginalidad, siendo plana y rutinaria.
Menos mal que no aburre, eso es cierto, logrando algo que el espectador debe agradecer: que pasado un tiempo no se recuerda bien y así se puede ver al de algunos años como si fuera la primera.
Por lo demás, y aparte repito de la fotografía, montaje y buenos intérpretes (otra vez el gran John Vernon destaca con facilidad), poca cosa y apenas nada pasado un tiempecito dese su visión.




jueves, 28 de enero de 2010

CHEYENNE. 1947. Valoración: 6,50





En 1847, en Wyoming, entre las ciudades de Laramie y Cheyenne, grupos de maleantes están causando el caos, al asaltar diligencias. Además, un desconocido, un hombre que se hace llamar "El poeta", a veces actúa por su cuenta, dejando las arcas que transportan las diligencia vacías, o mejor dicho, con una nota, riéndose, en verso, de los ladrones que hubieran intentado a su vez robarles.
En esto que un jugador que mató en defensa propia a dos malosos en Carson City, es apremiado por un famoso detective privado para que les ayude a capturar al Poeta, si no, será enviado a la cárcel.
Por ello se traslada a Cheyenne, viajando en la diligencia con dos bellas y muy distintas mujeres: una joven y bella, valiente y deslenguada, y la otra, toda una señora, guapísima y muy seria.





"- ¿Es Ud. jugador?
- Todos lo somos. Si no, no nos casaríamos".

Entretenido western producido por la Warner, que no obstante es claramente menor en la filmografía del gran Raoul Walsh, quizás el más "americano" del cine de Hollywood.
Se trata de un discreto film en líneas generales, que combina modesta pero eficazmente el humor con la pura acción.
El resultado es mediano en cuanto a calidad cinematográfica, pero resultón al ser bastante simpático y al final, ameno. Eso significa que se la olvida al de poco, no en vano no tiene casi nada perdurable, como no sea la belleza de las dos actrices, sobre todo, elegante en su sobriedad, Jane Wyman, que se merienda como y cuando quiere a su paterneaire Dennis Morgan, actor culón y de bonita sonrisa.
Meritorios "secundarios", bellos y agrestes paisajes de Sedona, Arizona, visitado asiduamente en el cine del far west, y peligroso trabajo de los extras en las escenas que a todo trote tratan de frenar a las alocadas diligencias (bueno, más bien a los desbocados caballos).
Se pasa el rato, pero no es muy buena que digamos.

lunes, 25 de enero de 2010

CATLOW, EL ORO DE NADIE (Catlow). 1971. Media: 6,45


Catlow es un indómito cuatrero de Texas, enfrentado a un grupo de ganaderos de la zona quienes le reclaman la propiedad de un ganado sin marcar que él reunió hace tiempo.


Pues un western en coproducción con tres países, alguno con mayyor participación que otros: España, Gran Bretaña y USA. Es por tanto, y como cabría esperar, algo irregular y de varia idiosincrasia, lo que no le empaña pues resulta bastante entretenida.
Y lo es por cuanto es desenvuelta y llena de simpáticos personajes. Se alterna, además, el humor con las escenas de acción propias del género, las cuales no están mal rodadas y algunas impactan como cuando a un personaje le matan clavándole un montón de flechas.


Está rodada en España, en Tabernas, concretamente y entre sus intérpretes hay un buen puñado de actores/actrices patrios (Julián Mateos, José Nieto, Víctor Israel...), es decir, incondicionales del entrañable spaguetti western.
No, no se puede decir que sea una buena película, pero sí que gusta más de lo que en un principio podría pensarse y deja un agradable sabor de boca.
Se nota que no tiene más ambición que la de hacer pasar el rato. Y lo consigue de sobra.




viernes, 22 de enero de 2010

LA PUERTA DEL DIABLO (Devil's Doorway). 1950. Media: 8

Recién finalizada la Guerra de Secesión norteamericana, un indio, que ha combatido en el ejército del Norte, obteniendo la máxima condecoración, regresa a su tierra.
Allí es bien recibido por los suyos, pero no por los blancos.
El indio posee unas fértiles tierras, donde pasta su ganado.
Un taimado abogado hará lo imposible para que le quiten las tierras.


Excelente western dirigido con magnífico pulso dramático por Anthony Mann, que aquí dió muestras de lo que más tarde lograría, sobre todo en posteriores trabajos unido en perfecta armonía con James Stewart.
Se trata de una cinta dura, concisa, sin concesiones a la galería.
La narración va sin prisas, sin ornamentos, teniendo al principio posee un tono casi documental, para ser en su segunda parte una película épica.
Excelentes interpretaciones, sobre todo por parte de Louis Calhern, componiendo un malo inteligente y sibilino, capaz de decir con mucha labia lindeces para si te descuidas pegarte un navajazo por la espalda. Una auténtica vívora con cultura.
Gusta, aunque por la mitad parezca algo esquemática, pero es tan sólo una preparación para su parte final, sobrecogedora y soberbiamente realizada.
Gran labor técnica en campos como el maquillaje y/o la fotografía y banda sonora.Los paisajes corresponden a terriores de Colorado.
Un gran filme que deja un imborrable recuerdo y pone a los indios en su sitio, dejando bien a las claras quienes eran en realidad los malos.

martes, 19 de enero de 2010

CAZA IMPLACABLE (Hunting party, the). 1971. Valoración: 6,35

Una banda de forajidos rapta a una bella maestra, pues el líder de ésta desea aprender a leer y escribir; ignora que el marido de ésta no es sino un peligroso sádico que irá detrás de ellos matándolos sin piedad gracias a un rifle de largo alcance, recién fabricado.


En mi opinión, un muy violento film del oeste, sobre todo para la época en la que fue rodada. Fue por este motivo objeto de controversia y polémica, siendo objeto de algunos "sesudos" estudios, que la abordaban tanto desde el punto de vista formal como del introspectivo, deteniéndose sobre todo en la peculiar personalidad del personaje encarnado por el gran Gene Hackman, todo un psicópata sádico (su personaje, no el bueno de Hackman...).
Así, gracias al boca a boca, fue un éxito económico, no tanto de crítica, que se divió en dos bandos claramente diferenciados. En uno estaban los que la situaban en lo más alto, y otros que dijeron más o menos que todo era puro artificio. Yo, cuando la ví, en medio de los dos, aunque más hacia el segundo bando.
Y digo esto por cuanto aprecié el aspecto técnico, con una magnífica fotografía en preciosos colores de nuestro Cecilio Paniagua (se rodó en España), que también contó con el siempre excelente Enrique Alarcón como director artístico. Pero aspectos como el ritmo, para mi gusto muy irregular y la propia dirección de Don Medford, fría para la historia que cuenta, no fueron de mi gusto.





A mí solamente se me quedaron grabadas las escenas violentas, no por bien rodadas, sino por ver a Hackman de cabrón integral dándole al gatillo sin dar la menor oportunidad a "sus presas", pues como a conejos les asesina.
Sin embargo, me ocurrió algo curioso, que le dí una segunda oportunidad viéndola muchos años después (hace bien poco) en la televisión. Y, hombre, no diré que me pareció maravillosa, pero sí que aprecié algunas buenas escenas, como cuando Reed, Bergen y Ryan comen bajo un carromato defendiénsose del tórrido calor bajo un sol de justicia, unos melocotones. Una escena en verdad simpática y entrañable, muy humana, que no se olvida (aunque a mí se me olvidó la primera vez).
En fin, que quizás es mejor de lo que me pareció la primera vez. No estoy seguro.



sábado, 16 de enero de 2010

EL PISTOLERO (Gunfighter, the). 1950



Un famoso pistolero llega ya cansado a un pueblo, deseoso de dejar esa vida y vivir en paz.
Sin embargo, su gran fama jugará en su contra, al haber siempre gente dispuesta a labrarse fama si le mata.



Magnífico western, no el mejor de todos, naturalmente, pero sí importante en la historia del cine por su historia, sus valores humanos y por ser, quizás, el que mejor retrató la personalidad del pistolero que quiere dejar una vida de muerte y miedo y, sin embargo, la sociedad y la mala suerte, no le dejan.
Soberbiamente interpretado por Gregory Peck, queda en la mente del espectador su final, con el personaje interpretado por mi admirado Richard Jaeckel (no digo porqué para no destriparlo).



Hoy en día, puede resultar un tanto envarada la película pues Henry King era un director demasiado austero en la realización, acusado a veces de académico, pero todavía posee el auténtico sabor de "la verdad".
Un film imperecedero que se debe ver tranquilamente, para degustar sus interesantes cualidades cinematográficas, desde su espléndido guión hasta la soberbia fotografía en blanco y negro y, cómo no, su inmejorable elenco interpretativo.
Quien no la haya visto, haría bien en darle una oportunidad.



miércoles, 13 de enero de 2010

CÍRCULO DE FUEGO (Shoot Out). 1971. Valoración: 6,30

Un ex convicto Tiene Que Hacerse cargo de la hija de un amigo suyo, que ha sido asesinado.
El hombre no sólo se convertirá en padre adoptivo de la pequeña, sino que tambien se ocupará de vengar A su padre muerto.


A Pesar de Ser del Oeste, y de Tener un buen reparto, no me gustó.
Empieza bastante bien, pero poco a poco va perdiendo fuerza, hasta Convertirse en una cinta vulgar.
Henry Hattaway, El realizador, ya lejanos Tenía sus buenos tiempos y no imprimir Logro de relato vigor al.



Por ello la cinta decepciona pues Tenía los estimables mimbres que hacen de las Naciones Unidas un film del oeste agradable, pero deviene en un trabajo menor, algo cansino, falto de garra dramática escenas y más bien planas, sobre todo si tenemos en cuenta quién está tras las cámaras , un hombre que Logro estupendas cintas años atrás (no Estaba muy lejano su excelente "Valor de ley").
En definitiva, que es poco amena, Aunque su comienzo promete.






domingo, 10 de enero de 2010

LA PELIRROJA Y EL COWBOY (El Secreto de la pelirroja) (Redhead and the cowboy, the). 1950. Valoración: 6,35

En plena Guerra de Secesión, una bella mujer trata de llevar un mensaje en clave a un hombre del Sur. Un hombre, mientras tanto, es atacado por error, conociendo de rebote a la mujer. Esta, cree erróneamente que se trata del hombre con quien debe entrar en contacto.
Una bella pelirroja es en realidad una espía del Sur, que no se sabe qué misión tiene. Pero en su ciudad, conoce a un vaquero justo cuando uno de sus correlegionarios muere asesinado.
Antes de morir le da un mensaje cifrado a la muchacha, que huye del lugar para decírselo a su jefe.
El vaquero le seguirá, junto a un extraño hombre del norte, ya que necesita que la mujer testifique a su favor ya que el sheriff del lugar le culpa del asesinato del espía.


Vista dos veces, la primera escribí lo siguiente: "Entretenida. Es a la vez western y película de intriga militar. Está contada con gusto, aunque no mucha imaginación. Carece de grandes pretensiones, por lo que se llega a hacer simpática y amena. Bien los intérpretes".



Pues bien vista una segunda vez, muchos años después, y sin acordarme de nada, ni siquiera de que ya la había visto, he de decir que me ha parecido muy discreta, aunque felizmente va de menos a más.
Los dos primeros tercios son un poco tristones y repetitivos, con galopadas a caballo, pocos diálogos, presuntamente mucha intriga y poca acción y mucho bla, bla, bla.
Menos mal que con la aparición del personaje de Lamartine, bien encarnado por Alan Reed, la película gana en tensión y emoción, hasta llegar a la batalla final, bien rodada, con brío.
En líneas generales es, pues, muy irregular y no demasiado imaginativa.
Preciosos paisajes filmados en blanco y negro.

jueves, 7 de enero de 2010

CORAJE, SUDOR Y POLVORA (Culpepper catle company, the). 1971. Valoración: 7,30

Un adolescente convence al líder de un grupo de "cow boys" para que le admita entre ellos durante la conducción de una manada.
Durante la travesía la pesonalidad del protagonista chocará con la del resto del grupo, hombres de pelo en pecho que no saben soñar.


Interesante western realizado por Dick Richards, un director que logró un ramillete de estupendos fims a lo largo de la década de los setenta, principalmente. Su estrella se declinó, todavía no sé porqué.
La historia es buena y está bien narrada. Se sale de lo normal y es original en algunos sentidos.
Los actores jóvenes lo hacen bien, apoyados por la labor de excelentes secundarios, siempre seguros en su labor (Geoffrey Lewis, Matt Clark, Royal Dano...).



Es quizás un tanto gris en el tratamiento del color, quizás por ser el más adecuado a la historia. Una historia violenta, crepuscular, de idealizaciones que chocan contra la cruel realidad de la vida.
No es que sea la caraba la cinta, pero merece la pena verse por cuanto se aparta bastante de lo trillado, de lo previsible.
El final es de una gran fuerza, con gran tensión y soberbio clímax, que incluso pudiera emocionar.
No deja la peli indiferente al espectador, quien se pone en la piel de los jóvenes protagonistas.
Un western bastante realista para la época en que fue rodada, que a mí me convenció plenamente aunque por ahí he leído críticas más bien tibias.




sábado, 2 de enero de 2010

ORGULLO DE COMANCHE (Comanche territory). 1950. Valoración: 5,70




Biografía (bastante novelada) del gran explorador Jim Bowie, ayudando al pueblo comanche a salvar sus tierras de la rapacidad blanca.
Tras el descubrimiento de plata en territorio comanche, James ‘Jim’ Bowie es enviado por el gobierno a dicha zona, con el fin de asegurarse que no haya ningún problema con el tratado de paz firmado con los indios. Es acompañado en su misión por el político Daniel Seegar. Pero, una vez allí, ‘Jim’ Bowie descubre que los colonos planean atacar a los indios a pesar del acuerdo del gobierno.



"¡El ocaso de una raza de valientes!".
Así decía la publicidad del cine Olimpia de Bilbao, en su reinauguración.

Western de serie B, realizado con su acostumbrado oficio por George Sherman, claro ejemplo de lo que se suele llamar popularmente como "artesano".
Se deja ver sin problemas y se olvida con una facilidad pasmosa. Y esto es debido a la impersonalidad del conjunto, lleno de convencionales diálogos, escenas de acción bien filmadas, pero poco imaginativas, y un todo que deja una clara sensación de "dejà vu", y eso que la peli es de 1950, es decir, que tampoco era de las últimas que relataban las cuitas entre los pieles rojas y los hombres blancos.




Hay sí, buenas cosas, que la redimen, como la buena banda sonora de Frank Skinner o/y la magnífica fotografía en color a cargo de Maury Gertsman, que dan lustre que no veas a los bellos y agrestes paisajes de Sedona y Yavapai County, pero en líneas generales y pese a los notables esfuerzos de, por ejemplo, Iron Eyes Cody, verdadero jefe indio que mostró buenas cualidades dramáticas en films de parecido pelo, y/o el gran Will Geer.
Pero no deja de ser un western muy menor, que puede entretener mientras se ve, pero no pasa de ser del montón.