viernes, 30 de abril de 2010

DUELO DE PILLOS (Dirty Dingus Magee). 1970. Valoración: 5,30

Una diligencia se detiene para repostar, los pasajeros se apean y uno de ellos reconoce entre unos vaqueros a un antiguo compañero.
El bandido Dingus Magee llega a la población de Yerkey’s Hole, donde desencadena una serie de desórdenes y altercados.
Allí se encuentra con un viejo enemigo, con el que inicia un prolongado enfrentamiento para quedarse con la mejor parte del pueblo.



Tontorrona comedia travestida de western de pacotilla, que Burt Kennedy dirige con, me temo, algo de desgana, como no creyendo en el proyecto.
Da pena ver a Frank Sinatra (en un personaje pensado en un primer momento para alguien bastante más joven, pero que hubo que cambiar sobre la marcha) y a los demás, otra veces estupendos intérpretes, haciendo "el canelo", pero si les pagaron bien...
Y es que el guión, que adapta la novela "The Ballad of Dingus Magee", de David Markson, no puede ser más simplón y chapucerillo, posiblemente divertido en el papel, pero soso, reiterativo y estrafalario a más no poder en pantalla.





Esto hace que todo sea sobreactuado, desde las interpretaciones hasta las exageradas situaciones, que logran el rechazo del espectador, que comienza esbozando alguna perdida sonrisa para caer en el tedio más profundo a medida que pasan los minutos.
Una no poco penosa cinta que sólo aprueba en el plano técnico, con una preciosa fotografía a cargo del reputado Harry Stradling Jr., y la agreste belleza de Mescal y Tucson, Arizona, donde se rodó.
Tampoco está nada mal la partitura de Jeff Alexander, que trata de dar picardía y simpatía a un argumento que promete pero se desinfla por la nula comicidad real de sus imágenes.




martes, 27 de abril de 2010

EL CORREO DEL INFIERNO (Rawhide). 1951



El hijo de una estación de diligencias trabaja en ella para hacerse un hombre por deseo expreso de su padre.
Él es del Este y la vida dura no le va.
Cuando falta una semana para volver a su lugar de origen escapan tres peligrosos criminales de un penal y se refugian en la estación hasta que pase una diligencia que transporta oro, para robarla.
Su vida y la de una joven que viaja con una niñita corren peligro.





"¡Veinticinco días de viaje a través de Norteamérica!..
¡El correo de los tontos le llamaban!
...Pero hombres de hierro lo conducían...y asesinos de todas las especies intentaron asaltarlo.."


Así rezaba la publicidad del programa de mano del Cine Gran Vía, de Bilbao.




Excelente western, rodado magníficamente por Henry Hathaway en el mejor momento de su carrera, con no muchos medios pero sí mucho sentido de la narración.
Una narración ágil cuando tiene que serlo, cuando las cosas se ponen difíciles y la palabra debe dar paso a la ley del revólver, y tranquila, pero llena de tensión, cuando es preciso conocer la personalidad de sus diferentes y ricos personajes.
Personajes que están brillantemente interpretados por un grupo soberbio de actores y actrices (estas pocas, pero estupendas).
La virtud de la cinta está en el guión, nada menos que de Dudley Nichols, redondo y sin fisuras, y en la exquisita y recia dirección de Henry Hattaway. Esto hace que sea la trama en todo momento enormemente interesante y entretenida, habiendo momentos subyugantes en cuanto a intriga y suspense se refiere.
Interpretación excelente del siempre buen secundario Jack Elam, mucho antes de que su vis cómica saliera a relucir. Aquí no, aquí da miedo.
Una cinta muy agradable, far west puro y duro, que se degusta como el manjar que sin duda es.




sábado, 24 de abril de 2010

EN NOMBRE DE LA LEY (LAWMAN). 1970



Un grupo de borrachos capitaneados por el hijo del cacique de la zona, organiza un tiroteo en el que muere un anciano.
Maddox, representante de la Ley recién llegado al pueblo, decide encargarse de hacer justicia al ver que el "sheriff" no se atreve a levantarse contra el cacique.

Curioso y muy interesante, aunque al parecer, y según diversos críticos cinematográficos, no demasiado convincente western.
Ante todo, decir que yo la he visto tres veces las tres me ha gustado, aunque sí que la segunda me pareció que tenía momentos cercanos al espíritu del spaguetti western (un subgénero que me gusta pero que en este caso lo empleo no precisamente como un hecho positivo).
La película sorprende bastante pues, realizada en Los Estados Unidos, antes del boom del cine violento y crepuscular donde se ponían en solfa diversos elementos hasta entonces intocables, resulta my violenta, en ocasiones excesivamente violenta (nada si lo comparamos con el cine actual, claro).




Además existen sentimientos contradictorios, tal y como era la época que se describe, donde personajes anclados en el pasado no lograban entrar, vivir, sentir, los que se iban imponiendo merced a "el progreso". Por ello su sentido del honor, libertad y justicia, chocaban frontalmente con la nueva Ley, aquella que no distingue entre poderosos y "gente llana", por lo que el que la hace la paga, sea quien sea.
Ocurre, que estando repleta de intensos momentos, estimables diálogos y estupendos intérpretes, al director, el a veces efectista Michael Winner, se la va la mano en alguna escenas, recargándolas y envolviéndolas, repito, en un manto de superlativa violencia que más se adecúa a una tragedia griega que a un western (al menos clásico puro de oliva). Esto sorprende mucho y pudiera ser que no se comprenda del todo.
Pero qué duda cabe que, al menos en lo que a mí respecta, es muy entretenida y se recuerda mucho después de transcurrida su visión. Digo yo que por algo será.



martes, 20 de abril de 2010

CIMARRON KID (Cimarron Kid, the). 1951






Al salir de la cárcel, Cimarron Kid se une a la banda de los Dalton.
Cuando estos mueren en un atraco, Cimarron forma su propia banda.
Pero su novia está dispuesta a que el muchacho vuelva al buen camino aunque para ello tenga que entregarle al sheriff.



Según críticas diversas, uno de los peores filmes de Budd Boetticher, sin lugar a dudas uno de los más grandes directores del, sobre todo, género del western.
Puede que esta afirmación sea cierta, pero como todas las de este maestro son o muy dignas o directamente buenas, pues ésta también se agradece ver.
Es interesante, con buenos personajes, bien perfilados en un guión claro y sencillo, que no obstante contiene excelentes ideas de composición y estudio psicológico, con lo que el film se sigue no sólo sin problemas sino de forma amena y entretenida.
Cierto es que cuando no hay escenas de acción, la peli baja un tanto, pero los tiroteos (que no son pocos) están magistralmente rodados, con una puesta en escena verdaderamente elaborada.
Preciosa fotografía a cargo de Charles P. Boy que saca lo mejor de los preciosos paisajes de Columbia, California, donde se rodó, y sentidas interpretaciones tanto de los más jóvenes (Murphy, O'Brian, como de los ilustres veteranos.
Gusta la cinta, que no obstante pudiera quedar en un fino recuerdo pasado no mucho tiempo desde su visión.





sábado, 17 de abril de 2010

FORAJIDOS DE RÍO BRAVO, LOS (Barquero). 1970. Valoración: 6,70



Tras saquear una ciudad, la banda de Remi y Marquette se dirige a Río Bravo para cruzarlo y así ganar México.
Travis, el encargado de la barcaza que cruza el río, se niega a ayudarles.





Meritorio western de, en mi opinión, serie B, a pesar de estar dirigido por uno de los grandes, Gordon Douglas, aquí en un claro tono menor pero agradable.
Se trata de un film modesto, con intérpretes entre desconocidos e ilustres veteranos, excelentes pero ya algo pasados de moda, es decir, que ya habíán vivido sus mejores momentos (Van Cleef, Tucker, Oates). Los tres, que conste, están perfectos en su papel.
La cinta es muy entrenida aunque no sea tan rica en la puesta en escena como otras de Douglas, pero la lucha, a veces sorda e irónica, otras espectacular, entre el bien y el mal, está bien expuesta y deja un buen sabor de boca por cuanto el guión es simple, pero eficaz y directo.
La parte técnica da más lustre al conjunto, con una preciosa fotografia a todo color a cargo de Jerry Finnerman y una música bien orquestada de Dominic Frontiere.
Rodada en preciosas tierras de Colorado, USA, resulta preciosa visualmente, sobre todo si se ve en el cine, su medio natural.
Una cinta no muy conocida, pero que creo merece la pena.

martes, 13 de abril de 2010

CARAVANA DE MUJERES (Westward the women). 1951. Valoración: 7





En la década de 1850, un conductor de caravanas es contratado para un insólito trabajo: conducir a un numeroso grupo de mujeres para que puedan contraer matrimonio con los hombre de un pueblo del oeste, un grupo de solteros solitarios que construyeron sus vidas en el oeste y que desean encontrar esposa.




Original western, sobre todo para la época en la que fue rodada, todo un acontecimiento por cuanto se salía de lo trillado, narrando hechos históricos que, ¡mira por dónde! dió pie, tras verla por televisión los hombres del lugar, en el siglo siguiente, a que en diversos lugares "de la España profunda" como diría un pedante que habla más que piensa, a la misma idea para intentar repoblarlos dada la carencia de mujeres autóctonas.
En este singular y entretenido filmm, dirigido con aplomo por William A. Wellman, uno de los históricos del viejo Hollywood, todo se desarrolla de forma bastante tranquila, nada molesta y sí bastante agradable, sobre todo por su valor histórico y humano.
Además de esto, los intérpretes, sobre todo las féminas, lo hacen muy bien, y la unión de acción, humor y romanticismo es feliz. Todo ello gracias a un buen guión, que sigue las pautas de una historia original de... ¡Frank Capra!
Vista dos veces he de confesar que la segunda me pareció un poco anquilosada en algunos tramos, pero creo que conservará hoy en día, en pleno siglo XXI la impronta del cine bien hecho, con amor, dedicación y, lo más importante, una historia que narrar.
Bella fotografía en blanco y negro a cargo de William Mellor, que resalza los bellísimos y duros paisajes de Kanab (Utah) y/o el desierto de Mohave, en California (USA).







sábado, 10 de abril de 2010

UN HOMBRE LLAMADO CABALLO (A Man Called Horse). 1970. Valoración: 6


Un aristócrata inglés es capturado por una tribu de indios sioux, que el someterán a diversas torturas para cerciorarse de su valor.
Una vez demostrado, se convertirá en su jefe en su lucha contra otras tribus enemigas.


Un título casi mítico en la historia del western al que sólo la no demasiada rica dirección de Elliot Silverstein hace que no esté considerada como la obra maestra que podría haber llegado a ser.
Se trata de una historia de marcado tinte antropológico, donde se describen las verdaderas costumbres de los indios retratados en la historia. El film es interesante sólo por ello. Pero además hay otros elementos que deben tenerse en cuenta para explicar el gran éxito que supuso esta cinta.
Por una parte está la interpretación de Richard Harris: insuperable.
Por otro, los bellos paisajes y las escenas de acción, muy conseguidas.
Quizás no es tan buena como dijeron algunos en su momento, pero merece la pena por cuanto se aparta de lo habitual en este género t resulta no sólo muy amena, sino también enormemente curiosa y didáctica.
Inolvidable la escena en la que Harris se convierte de pleno derecho en un miembro más de la tribu. Una escena dura, violenta, cruel, impactante...inolvidable.