sábado, 26 de junio de 2010

CINCO HOMBRES SALVAJES (Animals, the) (Desperados, the). 1970. Valoración: 3,60



Una partida de cinco forajidos violan y humillan a una bella profesora, a la que raptasen tras asaltar la diligencia donde viajaba; les aguarda ahora la venganza de la ofendida.



Malo, malo, malo y mil veces malo western, de serie B en cuanto a ambición y H en cuanto a calidad cinematográfica.
A pesar de que el guionista es nada menos que Richard Bakalyan (la explicación puede estar en que él mismo es uno de los co-productores de este antipático bodriete), el argumento, nada nuevo bajo el sol, aunque quizás no demasiado visto en el western hasta la década de los setenta, parece hasta inadecuado debido a la torpeza de los diálogos y a la falta de mínima consistencia en la dirección de Ron Joy, mediocre realizador donde los hubiera.



Visto el desaguisado argumental y la nula fuerza dramática de la ramplona narración, tan sólo podría haber sido soportable por contar con estupendos "secundarios" del cine estadounidense, como Keenan Wynn, Henry Silva, Fred Clark o la bellísima Michele Carey (que además estaba como un camión). Pero no, es tal la simpleza de los personajes que encarnan, estereotipos de lo más vulgar, que ni ellos salvan mínimamente la función.
Es bien posible que como la estoy poniendo tal mal, quien la vea tras leer estas humildes opiniones, hasta le saque cosas positivas o incluso voy más allá, que le entretenga y todo, pero francamente es mala de narices.
Una de esas películas (afortunadamente no muy abundantes, si quitamos el cine erótico y/o pornográfico) en las que pienso aquello de "- Pero ¿para qué han hecho esta peli?".

martes, 22 de junio de 2010

EL MEJOR DE LOS MALVADOS (Best of de Badmen). 1951







Acabada la guerra de Secesión, un grupo de reveldes, conocidos como los hombres de Quantrell, y de los que forman parte los legendarios forajidos como los hermanos James o los hermanos Younger, siguen mostrándose beligerantes.
Jeff Clanton, mayor del ejército de la union les convence para que dejen de luchar y juren la Constitución. Pero Mathew Fowler, jefe de una agencia de detectives, no está dispuesto a dejarles escapar. Con malas artes, Fowler consigue que Clanton sea acusado de asesinato y condenado a la horca.
Gracias a la ayuda de Lili , la esposa del propio Fowler, Clanton consigue fugarse de la carcel y se une a los antiguos hombres de Quantrell.
Juntos emprenden una guerra contra Fowler y su agencia, extendida por todo el territorio.




Interesante western, que cuenta como mejor aval su excelente elenco interpretativo.
No obstante, no es demasiado recordable gracias a la inconsistencia realizadora de William D. Russell, que no es precisamente un dechado de virtudes cinematográficas en el arte de narrar un buen argumento.
No obstante, hay ciertas estimables escenas, sobre todo, cosa algo rara, en las más dramáticas, donde el diálogo sustituye a los disparos.
No logra recordarse bien pasado cierto tiempo, pero gusta mientras se ve.
Buena banda sonora de Paul Sawtell, y empaque dramático de, como siempre, la gran Claire Trevor, que siempre otorga "qualité" a todos sus trabajos.

miércoles, 16 de junio de 2010

EL CLUB SOCIAL DE CHEYENNE (Cheyenne Social Club, The). 1970. Media: 6

Un vaquero, que siempre cabalga con su mejor amigo, un empedernido charlatán, debe emprender un larguísimo viaje a caballo para hacerse cargo del legado de un familiar fallecido.
Su amigo le acompañará sin parar de hablar durante el trayecto.
Al llegar al pueblo descubrirán que lo que ha heredado es un burdel, con sus señoritas y todo.


Muy divertido western, que no obstante no es cómico. Es decir, es serio en su concepción formal, tiene el espíritu de las pelis del oeste clásicas y no toma con mofa su estructura ni sus elementos.
Lo que sucede es que tiene mucho humor, dado lo peculiar de muchos de sus personajes y los fluidos diálogos, sobre todo entre los dos protagonistas.
Hace reír de veras, pero también se suceden las escenas serias, aunque evidentemente casi todo dentro de un contexto poco estirado y nada grave. Vamos, que lo único que pretende, y logra de sobra, es entretener a la peña, dándole momentos de chanza junto a otros de acción muy bien rodados todos ellos.
El director del film es nada menos que Gene Kelly, inolvidable actor/bailarín, que tantas gratas y excelentes obras consiguió tanto como actor como en labores de realización (y/o co-realizador, como por ejemplo con Stanley Donen).




Aquí, en apariencia, está algo alejado de su cine, pero no, logra gracias a un buen guión de nada menos que James Lee Barrett, que adapta soberbiamente la novela de Davis Grubb, un sólido y muy ameno trabajo, que deja un buen sabor de boca.
Es posible que al cabo de no demasiado tiempo a uno/a se le olviden los detalles, pero no el grato recuerdo de una peli muy agradable, con una espléndida fotografía de William H. Clothier, otro que tal bailaba..., y a la estupenda banda sonora de Walter Scharf.
En cuanto al elenco interpretativo, además de la singular pareja de soberbios protagonistas, ambos íntimos amigos en la vida real (si no hablaban de política, que ahí podían saltar chispas...): James Stewart y Henry Fonda, están característicos tan entrañables como Robert Middleton y/o Charles Tyner, por no hablar de Robert J. Wilke, uno de los mejores "secundarios" que ha dado el cine yanqui.
Mención aparte para Shirley Jones, que vuelven a repetir fortuna tras la obra maestra indiscutible "Dos cabalgan juntos", del maestro Ford.
Una película "para pasárselo bien".







viernes, 11 de junio de 2010

MARCADO A FUEGO (Branded). 1951. Valoración: 7

Choya es un errante pistolero que tiene un encuentro con un forajido que le convence para que se haga pasar por el hijo desaparecido de un rico ranchero.
Llegado allí las cosas se complican, claro. Primero porque hay muchos intereses económicos en juego y luego porque su nueva situación "familiar" le creará a Choya algunos problemas de conciencia.




"Una película de gran acción que por su perfecta técnica y su realización magistral puede considerarse como Obra Maestra del Oeste Americano".

Publicidad del programa de mano del Teatro Emperador. Enero de 1954.




Muy disfrutable western, muy ameno y de interés creciente a lo largo de su desarrollo, gracias a la buena mano de Rudolph Maté, un estimable director, por muchos considerado sólo como "buen artesano", pero que consiguió excelentes obras, aunque quizás más en el género de la ciencia ficción.
En este caso consigue una película amena, con un buen guión a cargo de Sydney Boehm y Cyril Hume, que adaptan con pulcritud la novela "Montana Rides" escrita por Max Brand.
Además de que los diálogos sean fluidos y la acción bien determinada y rodada, se complementa con que el espíritu del film es muy positivo, al fomentar la confianza en el ser humano, al respeto entre los seres humanos, que siempre merecen una oportunidad.
La realización de Maté no es en absoluto convencional sino que posee algunos elementos imaginativos en la puesta en escena.
Por su parte, las interpretaciones son excelentes, con característicos tan estupendos como Charles Bickford, Robert Keith (padre del actor Brian Keith) y/o Joseph Calleia, este último con ese rostro tan característico que Dios o los genes de sus progenitores le dieron.
Un buen western, que siempre se agradece volver a ver, rodado con esmero y exquisita fotografía a cargo de Charles Lang, y agrestes paisajes de, por ejemplo, Kanyon Cab, Utah (USA).




jueves, 3 de junio de 2010

EL CÓNDOR. 1971. Media: 3








Dos aventureros norteamericanos, Luke, un convicto y Jarro, un solitario buscador de oro, forman equipo junto a uno
s indios apaches para intentar hacerse con el oro de la fortaleza "El Condor" en el Mejico de Maximiliano.




Pues un western auténticamente USA...aunque cueste crerlo. Y es que parece un auténtico spaguetti western, pues tiene todas sus constantes y además el mismo tipo de producción y elementos que le caracterizan.
No obstante, sí es cierto que es bastante mejor que ellos (los spaguettis) en líneas generales, pero es mediocre a más no poder.
Menos mal que se encuentra tras la cámara un hombre que hizo algunas cosas francamente buenas, como John Guillermín, pero por eso mismo no sólo no convence del todo sino que decepciona por completo, porque el director no es un mindundi ni un italiano y/o realizador español que firma bajo pseudónimo.
Lo mejor son las interpretaciones de los dos actores protagonistas, un Lee Van Cleef con un personaje con enjundia y un Patrick O´Neal que como siempre borda su papel, en este caso el villano de la función.
Poco entretenida y muy tediosa, tiene algún elemento técnico que la distingue, como la música de nada menos que Maurice Jarre y/o la fotografía de Henri Persin, que logra hacer pasar (como en muchas otras ocasiones anteriores) los paisajes de Almería (España) por tierras mexicanas donde se supone se desarrolla la acción.
Como curiosidad (para cinéfilos tan sólo...), el productor es nada menos que André de Toth, un ilustre veterano realizador que en los años cincuenta y sesenta consiguió un puñado de buenas obras. En este caso, no, no lo consigue, aunque para mí misteriosamente, este film tiene sus defensores (no, yo no estoy entre ellos).