lunes, 3 de mayo de 2010

CUEVA DE BANDOLEROS (Cave of Outlaws). 1951. Valoración: 6,30




Unos bandoleros enmascarados asaltan un tren con mucho dinero del correo de Los Estados Unidos.
Los ladrones son perseguidos por la Ley, adentrándose en una preciosas y profundas cuevas.
Allí son matados uno a uno por el sheriff y sus hombres, cayendo el cabecilla por un pequeño precicipio llevando las sacas del dinero.
Cuando van a ver cómo está, no lo encuentran, pero sí al joven hijo del jefe, un chico de unos quince años a quien le aprietan las tuercas para que les diga dónde se encuentra el dinero. Pero no lo sabe.
Por ello es encerrado en la cárcel del condado durante 15 años.
Cuando sale, hecho un hombre, se dirige al pueblo donde se crió y todo el mundo le sigue la corriente pues creen se beneficiarán tarde o temprano del dinero que suponen él sabe dónde se encuentra.
Pero no es así aunque lo busca sin cesar dentro de la cueva.
Pero un agente de la Wells Fargo privado le sigue la pista de cerca...




Discreto pero entretenido western, menor pero nada molesto.
Serie B inconfundible, pero dirigido de forma más o menos amena por William Castle, que demostró más valía en sus peculiares pelis de terror/horror.
En esta ocasión se beneficia no poco de la estupenda fotografía a todo color y de la impresionante belleza de las cuevas de Carlbad en Nuevo México. Las escenas que tienen lugar en su interior acongojan por su grandiosidad.
La lástima es que el guión no es nada del otro jueves, aunque se sigue la trama con facilidad.
La intriga está competentemente llevada y al menos interesa lo mínimo como para no dejar de verla.
Muy bonita, como siempre Alexis Smith y excelente el gran característico Edgar Buchanan, que interpreta el personaje del agente de la Wells Fargo con cachaza y desparpajo.
No es nada especial esta peli, pero es digna.

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