
Un rico ranchero se dispone a contraer matrimonio con una mujer, antigua novia de un pequeño ranchero.
El futuro marido quiere comprar todas las tierras a su alrededor, lo que no está dispuesto a consentir el otro.
Para amedrentarle, el ranchero poderoso contrata a un pistolero profesional.
El futuro marido quiere comprar todas las tierras a su alrededor, lo que no está dispuesto a consentir el otro.
Para amedrentarle, el ranchero poderoso contrata a un pistolero profesional.
"Todas las emociones del Oeste en una gran película fuerte y viril"
Así rezaba la publicidad del programa de mano del Cine Alarcón, allá por julio de 1956.
Así rezaba la publicidad del programa de mano del Cine Alarcón, allá por julio de 1956.
Más que aceptable película del oeste, gracias a un buen guión de Kenneth Gamet, que adapta a la perfección la novela de Ernest Haycox. Pero sobre todo, el entretenimiento que ofrece la cinta se debe a la buena mano del realizdor André De Toth, un buen director que tiene estupendos trabajos, entre los que no se debe incluir este, aunque resulte bastante ameno.
Se trata, indudablemente, de un encargo, pero al que saca el suficiente partido como para resultar estimulante, sobre todo en su primera mita, superior a la segunda, más convencional y rutinaria.
Se trata, indudablemente, de un encargo, pero al que saca el suficiente partido como para resultar estimulante, sobre todo en su primera mita, superior a la segunda, más convencional y rutinaria.
Se ve, no obstante con agrado, aunque es verda que tiende al olvido al no haber nada especialmente destacable. Pero como suelo decir más de una vez (y las que te rondaré, morena/o), mientras se ve gusta y hace pasar un rato agradable, aunque no fuera más que por el bonito technicolor de la época y por el buen trabajo de gente tan respetable como Randolph Scott y/o Joan Leslie, John Russell, Alexander Knox...