domingo, 6 de julio de 2008

ESPÍRITU DE CONQUISTA (Western Union). 1941

El tendido del primer cable transcontinental de telégrafos en 1861 está siendo objeto de amenazas por parte de forajidos e indios.
Edward Creighton, ingeniero en la compañía telegráfica Western Union, se encarga de dirigir la instalación de una línea a través de los territorios del Oeste.
Ayudado por su hermana, Sue, recluta a personal en los pueblos más cercanos. Pero la región es peligrosa e infestada de indios.
Por esto, la compañía tiene que proponer sueldos elevados para intentar atraer a candidatos.

"La lucha en las praderas donde hombres implacables se disputan las tierras vírgenes y luchan por el amor de una mujer.Fuertes emociones propias de un país y una raza indómitos".

Así rezaba la publicidad del programa de mano del Cine Olympia, allá por octubre de 1948.

Estimable película de Fritz Lang, que adapta una novela de Zane Grey, al que tanto leímos en nuestro juventud, que incluso en el western brilló con luz propia pese a venir de Europa, obstáculo pequeño para genios del Séptimo Arte que hacen suyos temas que en principio están fuera de su contexto histórico-social, pero que, gracias a sus brillantes virtudes cinematográficas,las hacen suyas revalorizándolas incluso.
Lang realizó tres westerns en E.E.U.U. y éste es quizás el menos bueno, pero es interesante y contiene detalles que indican que detrás de la cámara hay alguien que no parece norteamericano.
Un buen ejemplo de ello y que se explica en las escuelas de cine de todo el mundo, y no es para menos, es la escena en la que la cámara que va en redondo descubriendo paisajes, se detiene de pronto frente a valientes guerrreros indios.
Un prodigio de realización, quizás algo insólito en un western, pero que indica la imaginación en la puesta de escena de un hombre al que la justicia cinematográfica le debe algo más que sentidos homenajes.
Argumento tópico, pero gusta mucho y entretiene gracias a, como ya he dicho, una estimable realización, y a unos excelentes intérpretes, que hacen delicioso cualquier argumento en el que den vida a sus respectivos personajes (Randolph Scott, todo un western-men, John Carradine, Robert Young (futuro Dr. Welby, que tanto hizo porque los jóvenes españoles quisieran ser médicos), Dean Jagger, Chill Wills de nuevo, Bartlon Mc Lane....) y un sinfín de estupendos intérpretes que podían con todo.


Merece la pena su revisión, si ya se ha visto (creo que yo lo he hecho unas tres veces) y si todavía no se ha vistó qué decir...
Además, se puede ver como mero entretenimiento o como una muy novelada, eso sí, pequeña lección de historia, ya que habla del tendido del primer cable transcontinental. Y, aunque, repito, novelada, dramatizada, esto es, inventadas las anécdotas, sí que corroboramos, por si no lo sabíamos, que para llegar a ser Los Estados Unidos, el país que ahora es, hubo que quitar de enmedio "estorbos", como forajidos, bien, estoy de acuerdo, pero también "pieles rojas", los genuinos habitantes de aquellos vastos territorios donde hasta la llegada del hombre blanco vivían más o menos tranquilos.


En fin, que para que el progreso se obtenga, hay que pagar un "pequeño" precio. Aunque este sea las vidas de seres humanos.
Sí, lección de historia al fin y al cabo.



Leer critica Espíritu de conquista (Western Union) en Muchocine.net

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