sábado, 24 de julio de 2010

PIEL ROJA, EL (Tomahawk). 1951. Valoracíón: 6,50





El ejército norteamericano se dispone a construir un fuerte en territorio sioux. Para ello pide ayuda al explorador Jim Bridger, pero éste alega que es una violación del tratado firmado con los pieles rojas.
El enfrentamiento será inevitable, y Bridger se plantea el dilema de permanecer junto a su raza o ser fiel a sus sentimientos y luchar junto a los indios de Nube Roja.



Entretenido pero rutirinario western menor, dirigido como en él era costumbre, con dedicación y esmero, pero artesanalmente, por ese destajista (y francamente simpático) realizador llamado George Sherman, que tanto nos hizo disfrutar con sus innumerables trabajos en cine y televisión.
Es amena y sirve para, sobre todo, pasar un rato agradable en la salita de casa, viéndola por la caja tonta.
Su mayor defecto y a la vez mérito, es su falta total de ambiciosas pretensiones.
Se ve, se disfruta y cuando finaliza su visión, a otra cosa mariposa.
Eso sí, tiene cosas muy buenas, como su competente elenco interpretativo y la preciosa fotografía de Charles P. Boyle, que lustra los preciosos paisajes de Black Hills, Dakota, USA, donde está filmada.
Por su parte, la banda sonora de Hans J. Salter es meritoria.
Una serie B, pero eficaz, hoy, me temo, olvidada. Y es que no tiene apenas nada perdurable en la memoria.

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