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Un hombre espera en un pueblo a su prometida días antes de contraer matrimonio. Sin embargo, la diligencia en que iba la mujer es asaltada por un grupo de indios capitaneado por un hombre blanco. Todos los pasajeros y escoltas son asesinados, robando el dinero.
El prometido sólo sabe que el hombre blanco era alto, rubio y con una cicatriz en el rostro.
Inicia su búsqueda, hasta llegar a Coroner Creek, un pueblo donde cree que se ubica el asesino.
El prometido sólo sabe que el hombre blanco era alto, rubio y con una cicatriz en el rostro.
Inicia su búsqueda, hasta llegar a Coroner Creek, un pueblo donde cree que se ubica el asesino.
Majo western, con poco presupuesto, pero realizado con oficio por Ray Enright, un hombre experimentado en mil batallas y que consiguió alguna muy estimable obra.
En esta ocasión el desarrollo de la historia no es del todo deseable por cuanto es irregular su ritmo, pero la tensión y hasta un logrado suspense está conseguido. Además, hay momentos de extrema violencia, como cuando el protagonista es apresado y le rompen los dedos de la mano derecha para dejarle inservible para la lucha armada, y un poco después hace lo propio con su oponente, oyéndose el crujir de los dedos rotos mientras se le ve el rostro al protagonista.
En esta ocasión el desarrollo de la historia no es del todo deseable por cuanto es irregular su ritmo, pero la tensión y hasta un logrado suspense está conseguido. Además, hay momentos de extrema violencia, como cuando el protagonista es apresado y le rompen los dedos de la mano derecha para dejarle inservible para la lucha armada, y un poco después hace lo propio con su oponente, oyéndose el crujir de los dedos rotos mientras se le ve el rostro al protagonista.
Una escena en verdad dura y con alta puntuación de crueldad, que no es muy común en el western pero que otorga credibilidad al argumento, un elemento más de un competente guión que no se va por las ramas e interesa en todo momento al espectador.
Sí, sin duda se trata de una peli del oeste pura serie B, pero sobria y eficaz, que deja un buen sabor de boca. Si hubiera tenido un ritmo más intenso y constante estaríamos hablando ahora de una cinta excelente.
Buenos "secundarios" como Wallace Ford, George McCready y/o el siempre duro Forres Tucker.
2 comentarios:
Tiene una pinta buenísma y Ray Enright, como dices, es un buen artesano. Tiene por ejemplo una peli bélica (Gung Ho!) muy curiosa de ver.
Por cierto, pégale un repaso al segundo párrafo de tu reseña que creo que se te han traspapelado las líneas XD
Un saludo
Hola amigo Quimérico,
Pues muchas gracias por tu advertencia. No sé qué ocurrió pues es evidente que yo no escribí así los párrafos pero se ve que con las prisas, y dado que utilicé el ordenata de mi hermano, en su casa, con un sistema operativo diferente al mío, pues se ve que me lié, lo uní mal o véte tú a saber.
Pero lo cierto es que menudo galimatías habría creado.
Aprovecho la ocasión para pedirte perdón, a tí y a todas las personas que lo hayan leído y sufrido (gracias por no haberme puesto a parir).
En cuanto a "Gung Ho!", la verdad es que la ví junto a mi hermano precisamente, en su casa, cuando le hice una visita hace casi dos meses. Y en efecto es curiosa, está bien, con momentos de gran intensidad dramática, como cuando viajan hacia su destino en el submarino. Se puede oír hasta los latidos de sus corazones y todo (no al pie de la letra pero ya me entiendes).
Un film de progaganda bélica, irregular, pero majo, en mi opinión.
Bueno, amigo, de nuevo darte las gracias por mi error, que seguro repito de nuevo alguna vez, dadas las prisas que tengo cuando escribo.
Un cordial saludo a todo/as.
Víctor
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