jueves, 9 de abril de 2009

CIELO AMARILLO (Yellow sky). 1948. Valoración: 7


Un grupo de forajidos, antiguos combatientes de la Guerra Civil
Perseguidos por las fuerzas de la Ley, se adentran en un peligrosísimo desierto.
Cuando ya no pueden más, descubren un pueblo abandonado: "Cielo amarillo".
En las afueras viven dos únicas personas, un viejo y su nieta, una indómita y bonita muchacha de armas tomar.
Los forajidos se extrañan de que vivan allí, en medio de la nada, comprobando que en realidad están extrayendo oro.



Excelente western, ejemplarmente dirigido por el maestro William A. Wellman.
Magistr
almente interpretada por un grupo de soberbios actores (Gregory Peck, un brillantísimo Richard Widmark taciturno y siempre pendiente de su imprevisible jefe, Harry (Henry Morgan), y una Anne Baxter como siempre estupenda, y con pocos pero magníficos diálogos, "Cielo amarillo" constituye un auténtico placer, sobre todo en su prmera mitad, la huida a través del desierto, una auténtica lección de cine desde el punto de vista técnico, con un montaje y planificación que ha pasado a la historia del cine por su sobriedad y fuerza dramática.
Una joya que tiene en sus diálogos y miradas, a veces furtivas, otras a los ojos, una magistral lección de cine, que fue tomada por cineastas que posteriormente siguieron sus pautas. Esoy hablando de gente como Budd Boetticher y/o el mismísimo Anthoy Mann, con el que tiene numerosos puntos de convergencia, aunque Mann contó casi siempre con la inestimable ayuda del color, el maravillos Technicolor de la época, que realzó y de qué manera los maravillosso paisjes en los que solía situar sus apasionantes historias.





Esta de ahora, "Cielo amarillo", está repleta de perdedores, de gente a los que la guerra civil relegó y desmoralizó, haciéndoles ver o creer que el camino del crimen era el más corto y sencillo para lograr una vida más corta pero mejor.
Una cinta que si no se ha visto, hay que intentar ver y así, admirar en todo su sentido, cinematográfico y hasta vital, no en vano se ponen ante nuestros ojos diversos temas como la dualidad "el Bien y el mal frente a frente", donde a veces se confunden, hasta un final, donde cada personaje tiene lo que ha buscado, el camino que ha elegido. ¿La redención, la perdición, una futura vida llena de paz o de sentir a la Ley apegada a la cola de su caballo?
Un soberbio final a tres bandas marca la verdad.







4 comentarios:

Quimérico Inquilino dijo...

Magnífica y con un gran reparto y dirección, si señor.
Esta peli, en realidad, siempre me pareció una inteligente adaptación de "La tempestad" dw William Shakespeare.

Un saludo!

Víctor Bilbao dijo...

Hola amigo Quimérico,

Muy bueno tu comentario, pero creo que eso no es de tu cosecha, ¿no?. Lo digo porque en más de una ocasión lo he leído por ahí...


Un cordial saludo.

Víctor

Quimérico Inquilino dijo...

Efectivamente. No soy el único que se ha dado cuenta y lo he leido también por algún lado. Pero vamos, me pareció muy evidente en cuanto la ví en su día, ya que mi formación está muy relacionada con la literatura dramática ;)

Víctor Bilbao dijo...

Jua, jua, jua, muy buena tu salida, amigo, pero no ha colado.

Un cordial saludo.

Víctor