sábado, 16 de octubre de 2010

TALENTO PARA MATAR (Talent for Loving, A). 1969. Valoración: 5,75




A la hacienda de un rico hombre de México, llega un gringo jugador de naipes.
Allí conoce a la hija del señor, joven bellísima que le vuelve loco al instante.
Se la juega a una mano de póquer, y gana, por cuanto se casa con ella.
Sin embargo él desconoce la historia de la familia. A través de generaciones, las mujeres serán insaciables en el amor.




Una chorrada de tomo y lomo... aunque simpática, si entras en el juego.
Richard Quine ya no estaba en su mejor momento y me temo que esta es una peli de encargo.
La fotografía y banda sonora, a cargo esta de Ken Thorne, son buenas, y los intérpretes lo hacen bien (con un Richard Widmark que se nota se lo pasa bomba), pero el guión, de Richard Condom, del que se podía y debía esperar más, es un despropósito.
Hay algunas escenas que hacen reir (casi todas con Topol, excelente actor), y otras que son gilipolleces (las que hacen relación con el cuñado indio).
Con todo uno (a) no se aburre, pero más porque hay que tomárselo como lo que es, una gamberrada de tomo y lomo, irregular en su ritmo y desigual en su humor.
Está rodada en España y alguno de sus intérpretes de aquí son (Xan das Bolas, por ejemplo).

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