sábado, 6 de febrero de 2010

SOLDADO AZUL (Soldier blue). 1970. Valoracion media: 7,33

Un pagador del ejército y su escolta son atacados por los indios y solo quedan dos supervivientes: Cresta Lee y el soldado Johnny.
Ambos vivirán una odisea para llegar a Fuerte Reunión y serán testigos del exterminio del pueblo cheyenne por las tropas del coronel Iberdson.




"La aventura más salvaje y brutal de la historia del Oeste Americano. ¡Campeona de taquilla del mundo entero! (sin exhibición en ningún otro local de Bilbao y provincia en la actual temporada)".

Así rezaba la publicidad del programa de mano del Cine Capitol, de Bilbao.

Western que en su época fue muy polémico debido a su violencia, nada implícita, sino explícita a más no poder.
No, Ralh Nelson, su realizador (durante muchos años, el único director negro de Los Estados Unidos que logró filmar películas comerciales y ser reconocido en la industria de Hollywood...), no deja nada en el tintero y plasma nítidamente y con todo lujo de detalles, la tropelía de parte del Ejército estadounidense contra los pieles rojas, eso sí, niños y ancianos pillados desprevenidos si podía ser.
Es por ello que bien podría encuadrarse esta cinta en el género histórico, no en vano, aunque poniéndole otro nombre, se habla nada menos que del general Custer, que gracias a la obra maestra "Murieron con las botas puestas", del gran Raoul Walsh pasó a ser un auténtico héroe, pero que en la realidad ya se sabe que fue un auténtico genocida, un psicópata de padre y muy Sr. mío.
En la época de su estreno en las salas comerciales, a todos los espectadores nos pareció muy bonita y con
buenas interpretaciones (Candice Bergen está insuperable tanto como actriz, como de guapa y sensible, y Peter Strauss interpreta aquí su mejor papel en cine hasta la fecha).
También nos pareció que tenía un guión sólido y realización con garra, con fuerza.




Nos pareció por ello de visión obligatoria, tanto por el contenido como por la envoltura, gracias a una extraordinaria fotografía de Robert B. Hauser y una música preciosa de Roy Bubb.
Por su parte, el maravilloso actor Donald Pleasence, bellísima persona y muy educada en la vida real, fue odiado durante mucho tiempo por los espectadores debido al asqueroso personaje que interpreta.
Sin embargo, todas estas impresiones, viéndola muchos años después, si no desaparecen sí que se atenúan, no en vano se nota ahora que quizás peca de efectista y algo exagerada en sus formas. Además, hay algunos tiempos muertos y situciones, que le acercan peligrosamente en algunos momentos al spaguetti western. En fin, que quizás el paso del tiempo no ha jugado a su favor precisamente.
Pero para quien no la haya visto, creo que merece la pena.




1 comentario:

Quimérico Inquilino dijo...

Joer! Que internacional, que ya te responden hasta en chino XDDDDD

A mí este western me gustó mucho en su día, pero como dices, tendría que revisarlo para ver si quedan intactas esas impresiones.
De todos modos Ralh Nelson es un director que siempre me ha gustado mucho. No en vano dirigió uno de mis western favoritos: Duelo en Diablo.