miércoles, 13 de mayo de 2009

CON FURIA EN LA SANGRE (Deadly trackers, the). 1973. Valoración: 7

Un pacífico sheriff irlandés de un pueblecito tejano cambia totalmente de actitud respecto a sus ideas, cuando una banda de forajidos que persigue, toman a su mujer y su hijo como rehenes y los matan.
El sheriff los perseguirá hasta México para vengar su muerte.



Western un tanto atípico, del que siempre se dice que es mediocre, que no convence, que es muy desigual...Pues puede que sea cierto, pero la verdad es que a mi me gustó mucho cuando la vi por televisión, hace ya bastantes años.
Cuando los críticos argumentan su descontento, se amparan, en su gran mayoría, en que este curioso film comenzó a ser dirigido por Sam Fuller, autor también del guión,pero en medio del rodaje fue despedido por diferencias creativas siendo sustituido por Barry Shear, un director que tiene algún valorable trabajo pero que, logicamente, está muy por debajo de Fuller, todo fuego y vivacidad narrativa.



Dicho esto, que es todo cierto, y centrándome en cómo acabó el trabajo, confieso que me pareció muy disfrutable todo el metraje, siendo la historia poco original, sin duda, la venganza está presente en muchísimos westerns, pero está bien llevada, con momentos pausados de estudio psicológico de los dos protagonistas masculinos, y otros de explosiva violencia (estas escenas sn duda ninguna fueron rodadas por Sam Fuller dado que tienen su indudable sello...), a cargo de algunos de los malos, entre los que destaca el inolvidable "Falconetti" William Smith.
Entre este y el jefe malo de la peli, Rod Taylor, hay en todo momento una relación picajosa, ya que Smith tiene un sentido del humor muy peculiar, de ese que toca los cojones a quien le acompaña. Por ello, en un momento dado, y tras uno de los chistes sin gracia de Smith, le espeta Taylor: "Presiento que ese sentido del humor tuyo será algún día la causa de tu muerte". No diré si estas palabras son premonitorias o no, para no dar más pistas de las necesarias.



Excelentes interpretaciones de Richard Harris, Rod Taylor y un Al Lettieri, en el bonito papel del agente de la justicia que persigue tanto a asesinos como al justiciero, sintiendo un aprecio indudable por este último, que ha tomado el doloroso camino de la venganza implacable.
Como curiosidad, parte del film se rodó en España, aquellas escenas que se supone tienen luga en México. Supongo que será por ello que hay algunos actores patrios como Antonio Mayáns.
En resumen, que no está bien considerada por la crítica especializada, pero creo honestamente que está bastante bien.

No hay comentarios: